Nuestro estimado hermano/hermana,
La empresa,
Significa atribuirle socios a Dios.
Esto es una apariencia, es decir,
“la brecha”
hay; también
“hafisi”,
Es decir, lo oculto. Lo manifiesto, lo que conocemos, es la idolatría. Creer en tres dioses, o considerar a los ídolos como intercesores ante Dios, entra en esta categoría.
En cuanto a la idolatría encubierta,
Esto se divide, a grandes rasgos, en dos partes.
Alguien,
Olvidar la complacencia de Dios y buscar la aprobación de la gente mediante la hipocresía y la ostentación, o dedicarse a satisfacer los deseos del ego.
El otro también.
Dar demasiada importancia a las criaturas que actúan como causas en la creación de las cosas; creer que poseen poder de influencia.
Existe también una forma más sutil de idolatría, que no se manifiesta en el mundo de los actos, sino en el mundo de los sentimientos, en el mundo del corazón. A medida que los seres humanos progresan espiritualmente, la idolatría se vuelve cada vez más sutil…
Darle demasiada importancia a las causas también es una forma de idolatría encubierta.
Cuando el mérito de una acción es uno, pero se le atribuye un valor cien veces mayor, noventa y nueve partes se destinan a la cuenta de la idolatría oculta… La idolatría oculta también consiste en que una persona confíe demasiado en sí misma y ponga todas sus sutilezas al servicio de su ego.
Solo un ejemplo de esto:
Cebbar
y
Soberbio/a
pero es Alá. Si el hombre utiliza la existencia, la fuerza y el conocimiento que Alá le ha concedido para oprimir a sus siervos en su presencia,
Cebbar
y
Soberbio/a
se habría esforzado por serlo y habría entrado en una sociedad secreta.
Nuestro Señor el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él),
“Catástrofe”
para,
“Es una prisión del infierno, donde son encarcelados los tiranos y los arrogantes, y el infierno busca refugio en Dios de ella.”
(Deylemi, 3/217; Kenzu’l-Ummal, h.no:2954; Se dice que la narración es débil. Véase Şevkani, 5/640-641)
Así lo ha ordenado. Pero, ¡ay!, nuestro ego anhela lo que el infierno rechaza. Solo esto basta para demostrar que el ego es mucho más peligroso que el infierno. Sin embargo, debido a ese mismo ego, nos negamos a comprenderlo…
Otro Hadiz del Profeta:
“Si alguien que ha abrazado la fe islámica muestra respeto a una persona por su riqueza, pierde dos tercios de su fe.”
(Sin embargo, la narración es débil. Véase Beyhaki, Şuab, 12/373)
En el Islam, amar por Dios es fundamental. Amar a un rico que da su zakat y realiza buenas obras es por Dios y no entra en el alcance de este hadiz. El amor prohibido aquí es el amor que se muestra al siervo con humillación, olvidándose de Dios.
El Islam es una religión monoteísta.
El dueño y propietario de este universo es uno solo. Todo bien proviene únicamente de Su tesoro. El Islam enseña a no mostrar gratitud excesiva ni al sol por la luz, ni al campo por el grano, ni al rico por la riqueza. Todos y todo son meramente causas, medios. Todas las bendiciones provienen del Señor de la tierra y del cielo.
Si un creyente pobre que recibe esta lección muestra humillación ante un rico como si este le estuviera proporcionando su sustento, su creencia en la unicidad de Dios, es decir, su fe en la unidad de Dios, puede verse dañada. Tanto ricos como pobres, toda persona debe ser amada únicamente por sus virtudes, moral, méritos, conocimiento, sabiduría, honestidad, etc. La riqueza por sí sola no es motivo de amor.
Un rico que lee este hadiz, no deja a nadie en deuda. No espera una reverencia excesiva por sus buenas acciones y favores. De lo contrario, sabe que estaría jugando con la religión, además de con el honor y la dignidad de la otra persona.
Saludos y oraciones…
El Islam a través de preguntas.