– Soy graduado de un programa de estudios de dos años y me estoy preparando para el examen DGS. Tengo el examen dentro de un mes y medio. Trabajaba en seguridad, pero no puedo estudiar allí, no consigo concentrarme y no he terminado los temas. Ni siquiera he empezado con matemáticas ni con lengua turca.
– Mi madre piensa que puedo conseguir una semana de permiso y arreglarlo todo, pero no es tan fácil. Otros se preparan para estos exámenes durante un año. No tengo ninguna base en matemáticas y no quiero perder el tiempo, pero mi madre no está de acuerdo ahora mismo.
– ¿Es mejor que obedezca a mi madre aquí o que haga lo que sé que es correcto y luego me gane su aprobación con el tiempo?
– No estoy haciendo un mal trabajo aquí. ¿Podría ayudarme?
Nuestro estimado hermano/hermana,
Los padres, en verdad, tienen muchos derechos sobre sus hijos.
El primer deber de un hijo es ganarse la aprobación y el afecto de sus padres.
No se puede hacer nada bueno ni tomar decisiones acertadas si se les ofende.
Pero también hay, y debe haber, un límite para esto.
Trabajar, estudiar o ir a la peregrinación a La Meca.
Se examinará la situación en caso de que los padres no permitan actividades razonables y legítimas como las siguientes:
Si se han preparado los medios suficientes para cuidar de los padres y se ha creado un entorno en el que no necesiten depender de sus hijos,
no tendrían derecho a oponerse,
El hijo puede irse de allí para dedicarse a un trabajo lícito que considere adecuado.
Si el hijo o la hija deja a sus padres en una situación de necesidad y se marcha sin haberlos sacado de esa situación, es posible que no se les conceda el permiso.
En ese caso, el hijo tampoco tendría derecho a irse.
En las *Fetavây-ı Kâdıhan*, se establece que si un niño es demasiado pequeño, o si su apariencia o alguna otra circunstancia hacen que viajar al extranjero sea peligroso para él, los padres pueden impedírselo. Se añade que, una vez que estos peligros hayan desaparecido, podrá irse.
El padre merece respeto, y la madre, prioridad en el servicio.
En este sentido, el hijo adoptivo no debe fallar en el respeto al padre ni en el servicio a la madre, en la medida de lo posible.
Aunque tenga razón, debe orientar a la persona hacia lo que desea sin herirla ni ofenderla.
Saludos y oraciones…
El Islam a través de preguntas.