Nuestro estimado hermano/hermana,
Su nombre indica que Dios es eterno, que no se puede concebir un principio para su existencia, y que su nombre, así como su esencia y atributos, son permanentes, libres de la aniquilación y la mortalidad. Su nombre enseña que la existencia de Dios es más clara y evidente que la existencia de este mundo, y que somos incapaces de comprender su sagrada esencia.
Elmalılı Hamdi Efendi expresa muy bien esta realidad con la siguiente concisa frase:
“Él es el Zahir, que se manifiesta en todo, y el Batin, que no se conoce por nada.”
En este mundo, toda criatura tiene un principio. Porque toda criatura es contingente, es decir, ha sido creada posteriormente. Y también toda criatura tiene un fin. Porque toda criatura es perecedera. Así pues, si consideramos simultáneamente todos los mundos del principio y del fin, vemos que este mundo se fusiona, por así decirlo, con las manifestaciones de estos dos nombres.
Y sus nombres también lo son. En *Asa-yı Musa*, de la *Nur Külliyatı*, se explican maravillosamente las manifestaciones de estos cuatro nombres. Se enseña que son espejos de los nombres de todas las semillas, de todos los frutos, de los cuerpos de las plantas que actúan como vestimentas, y de sus mundos interiores que son como fábricas. Podemos extender este hermoso ejemplo y ampliar nuestra reflexión. Entonces veremos que estos cuatro nombres se manifiestan juntos en la creación.
Cada ser humano está en el interior del sistema solar, en la superficie de la Tierra, después de su abuelo y antes de su nieto. El universo es igual que nosotros. También está en el final de la Luz de Mahoma (que la paz sea con él), en el interior del Trono, antes del más allá.
Crea en los vientres innumerables seres con sus órganos internos y luego los hace manifestarse. A todos nos construyó sobre una base llamada “nutfah”. Esta operación se realizó en el vientre de nuestra madre. Y en nuestro interior colocó numerosos órganos y sistemas como el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos y los nervios. Finalmente, nos hizo salir de ese vientre a la manifestación de este mundo. En ese momento, nos encontramos en el interior del universo.
Estas cuatro esencias también tienen una maravillosa manifestación en nuestra alma, pues ella existía antes que el cuerpo. Aunque el cuerpo se corrompa y desaparezca, ella permanece. Su existencia es más evidente que la del cuerpo; toda actividad corporal da testimonio de su presencia. La razón es incapaz de comprender su esencia…
Saludos y oraciones…
El Islam a través de preguntas.
