¿Por qué los demonios incitan a los humanos al pecado y a la maldad?

Nuestro estimado hermano/hermana,

Según lo expresado en el Corán,

“El diablo es vuestro enemigo; consideradlo como tal. Él llama a sus seguidores a ser compañeros del fuego del infierno.”

(Fatir, 35:6)

La enemistad del diablo hacia el hombre comienza con Adán (la paz sea con él). Por no postrarse ante Adán (la paz sea con él), es alejado de la misericordia divina. Por eso, se convierte en enemigo de Adán (la paz sea con él) y de su descendencia. Pide permiso para interponerse en el camino que lleva a Dios. Dios Todopoderoso le concede este permiso para que los humanos sean puestos a prueba y se manifiesten sus capacidades. El diablo dice:

“¡Juro que, por haberte atrevido a tentarme, me sentaré en tu camino para tentar a los hombres! Me acercaré a ellos por delante y por detrás, por la derecha y por la izquierda, y no encontrarás a la mayoría de ellos agradecidos.”

(Al-A’raf, 7:16, 17)

El diablo recurre a todos los medios para dominar a los hombres, les susurra todo tipo de tentaciones (2). A unos los atrapa por el miedo. A otros los engaña con vanas ilusiones. A otros se les aparece con apariencia de verdad. A unos los desvía con la lujuria, a otros con la negligencia… Como dice el hadiz,

“El diablo circula por el cuerpo del hombre como la sangre por sus venas.”

(3)

Los castillos se conquistan por sus puntos débiles. El diablo también intenta conquistar al hombre aprovechándose de sus debilidades.

Quienes se dejan llevar por las insinuaciones del diablo y siguen su camino, en lugar de ser siervos de Dios, se convierten en siervos y esclavos del diablo. Al hacer lo que él les dice, se convierten en sus agentes. (4) Dios Todopoderoso hace esta advertencia a la humanidad:

“No sigáis los pasos del demonio. Él es, sin duda, vuestro enemigo declarado. Él sólo os ordena el mal, la fornicación y que digáis de Dios lo que no sabéis.”

(Al-Baqarah, 2:168, 169)

Fuentes:

1. Tirmizi, Tafsir, 2/35

2. Véase Beydavi, I/576

3. Bujari, Bed’ül-halk, 11; Abu Dawud, Savm, 78; Ibn Majah, Siyam, 65

4. Yazır, I/584.

Saludos y oraciones…

El Islam a través de preguntas.