Nuestro estimado hermano/hermana,
El amor es una de las emociones más importantes que residen en la esencia del ser humano. Sin embargo, dosificarlo no es tan fácil. Por ejemplo, algunos idólatras adoraban a sus falsos dioses…
(por ejemplo, los ídolos)
Ama como Dios ama.
(véase Al-Baqarah, 2:165)
Algunos, por el amor a su Leyla, se pierden en los desiertos y se convierten en Majnún. Uno de los Majnún de hoy en día describió así su amor por su Leyla:
“Te dije que te amaba, y tú me creíste.”
¡Yo no te amé, te idolatré!
Algunas personas, en cambio, viven una vida árida, carente de amor. Sin embargo,
“El amor por Alá”
es decir
“Amar por Dios”
Con este principio, es posible resolver el asunto con facilidad. El Profeta dijo:
“La mejor de las acciones es amar por Allah y odiar por Allah.”
(Abu Dawud, Sunan, 2)
Quien actúa con este principio, ve a su Leyla como un regalo de Dios y se libera de la arrogancia y la confusión.
Una de las emociones inherentes a la naturaleza humana es
miedo
Detente. No temer a nada, ni siquiera a Dios, o temer a todo, incluso a la propia sombra, son extremos. El principio que el Corán establece al respecto es…
“Es temer a Dios y no a las criaturas.”
En este sentido, podemos recordar los siguientes versículos:
“…No teman a los hombres, témanme a mí…”
(Al-Ma’idah, 5:44)
“Si Dios te inflige algún daño, nadie podrá remediarlo salvo Él; y si te concede algún bien, nadie podrá impedirlo…”
(Jonás, 10/107)
Saludos y oraciones…
El Islam a través de preguntas.