Dedicado a ʿAbd al-Qādir al-Jīlānī y Bediüzzaman Said Nursi; un servicio de conocimiento más allá de los idiomas y las fronteras, preparado para los corazones en busca de la verdad.
1. Pregunta: ¿Existe algo llamado “secreto del examen”? 2. Pregunta: ¿Existe algo llamado “filtración del secreto del examen”? 3. Pregunta: Cuando el profeta Salih sacó un camello de una roca, cuando Jesús resucitó a los muertos, cuando Mahoma dividió la luna en dos, ¿no se filtró el secreto del examen? ¿Cómo se mantuvo el secreto del examen en esos casos?
Nuestro estimado hermano/hermana,
1. El examen tiene un secreto.
De hecho, así lo dice el sagrado versículo:
“No hemos concedido la inmortalidad a ningún ser humano antes que a ti; si tú mueres, ¿acaso ellos permanecerán inmortales? Toda alma probará la muerte. Os ponemos a prueba con el mal y con el bien, y a Nosotros seréis retornados.”
(Al-Anbiya, 21/34-35)
2. El secreto de la prueba puede desaparecer al mostrar los hechos de tal manera que se le quite la voluntad a la gente.
Sin embargo, en esta vida terrenal, a ningún ser humano se le arrebata su libre albedrío. Los milagros abren la puerta a la razón, pero no anulan la voluntad. Quien no quiere creer, incluso ante un milagro, encontrará una excusa. Si los milagros pudieran anular la voluntad humana, se perdería el sentido de la prueba.
3.
Los seres humanos, a diferencia de otras criaturas, no fueron creados con una capacidad fija e inmutable.
Por su naturaleza, es extremadamente susceptible tanto al progreso como a la decadencia. Puede elevarse espiritualmente hasta superar a los ángeles, o bien, retroceder moral y espiritualmente hasta caer mucho más bajo que los animales.
Dios Todopoderoso, después de crear a los seres humanos con esta naturaleza, no los ha dejado abandonados. A través de los profetas, les ha enseñado las condiciones para progresar y elevarse hacia nobles objetivos, así como también les ha mostrado los obstáculos que impiden el progreso y las causas que lo degradan y lo humillan, y les ha ordenado lo siguiente:
“Aquí tienes dos caminos: uno te lleva a la elevación, el otro a la degradación. No te dejes llevar por tus pasiones ni por el diablo, no te degrades. De lo contrario, tendrás que rendir cuentas y sufrirás una eterna perdición.”
El ascenso espiritual, e incluso material, del ser humano depende de que éste elija libremente el camino correcto que se le muestra. La vida, por tanto, es una oportunidad, una prueba, para realizar dicha elección.
Para que esta prueba sea realmente una prueba y el individuo pueda ser considerado responsable de sus actos, no debe verse sometido a presión en el proceso de elección. Debe verlo todo con su razón y elegir con su voluntad.
En cada época, los profetas han venido a renovar este mensaje divino, explicando de nuevo las verdades que con el tiempo se habían olvidado o velado, de una manera que las mentes pudieran comprender. Pero no lo hicieron por la fuerza. Ningún profeta, al transmitir su mensaje, ha recurrido a la imposición forzosa. Incluso los milagros, que en cierto modo son asombrosos, no han sido completamente silenciadores ni obligatorios para todos. Por ejemplo, cuando el bastón del profeta Moisés (que la paz sea con él) se tragó las cuerdas de los magos, anulando sus trucos, los magos dijeron:
“Creemos en el Señor de Aarón y Moisés.”
mientras creía en ello, el Faraón dijo:
“Este es vuestro anciano, el que os enseñó magia a todos.”
(Ta-Ha, 20/71) pudo decir, y continuó con su incredulidad. Asimismo, cuando el Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él), a petición de los idólatras de La Meca, señaló con su dedo y la luna en el cielo se partió en dos; ellos…
“Con su magia, Mahoma comenzó a influir incluso en el cielo.”
y así pudieron seguir resistiendo.
Así pues, la religión es una prueba. En esta prueba, se abre la puerta a la razón, pero no se anula la voluntad.
Saludos y oraciones…
El Islam a través de preguntas.