Nuestro estimado hermano/hermana,
“Todo el mundo es ignorante.”
dijo Will Rogers.
“Solo difieren en sus especialidades.”
Por ejemplo, la ingeniería de minas es una rama de la ignorancia para un médico, así como la medicina lo es para un ingeniero de minas. Las creencias religiosas, por su parte, constituyen una rama común de la ignorancia para muchas personas en nuestros tiempos. Sin embargo, muchos de nosotros tendemos a ignorar esta realidad. Por eso, los títulos que preceden a algunos nombres nos engañan y nos obligan a buscar un atisbo de conocimiento y un valor en la negación de esa persona.
Sin embargo, la negación, como su nombre indica, es no reconocer, no saber, rechazar. Estas son acciones que expresan ausencia. No hay conocimiento de la ausencia.
No reconocer
es la expresión y el resultado de la ignorancia, no del conocimiento.
Por lo tanto, no importa cuán profundo sea el conocimiento de una persona en otros campos, no puede compensar su ignorancia sobre algo que no conoce con su conocimiento existente, así como no es posible juzgar la biología con el conocimiento de la política.
Es fácil negar.
La persona cierra los ojos y luego dice: “¡No hay nada!”.
En este asunto, para un aborigen australiano y un presidente de cátedra, no hay diferencia entre Abu Yahl y Darwin. Comparar su conocimiento sobre lo que niegan sería tan absurdo como comparar una serie de ceros para ver cuál es mayor. Incluso debatir sobre la negación es imposible; pues no se puede llegar a ninguna conclusión usando elementos inexistentes. Esta es la razón por la que los que niegan se resisten a la evidencia. Como dijo William G. McAdoo,
“Es imposible vencer a un ignorante en una discusión.”
La fe, por su parte,
es el resultado y la expresión de un conocimiento, sea cual sea su nivel.
La fuerza de la fe aumenta paralelamente al nivel de conocimiento.
¿En qué creo? ¿Qué clase de Ser es Aquel a quien me uno con fe? ¿Cuáles son sus características, sus atributos? ¿Cómo actúa en el mundo que nos rodea? ¿Cómo crea, cómo da vida? ¿Qué espera de mí? ¿Qué puedo esperar de Él y cómo puedo alcanzar lo que espero?
La información que aportan muchas preguntas como estas moldea la fe. De hecho, en el Corán,
“…Entre Sus siervos, sólo los sabios temen a Dios (como es debido)…”
(Fatir, 35/28)
al declarar explícitamente que la fe es el resultado del conocimiento, de los cielos y de la tierra
“para los que tienen entendimiento”, “para los que tienen conocimiento”
se recuerda en muchos versículos que está repleto de pruebas que dan a conocer a Dios.
(véase Hacia la Verdad, Vol. III, Editorial Zafer)
Saludos y oraciones…
El Islam a través de preguntas.
