Dedicado a ʿAbd al-Qādir al-Jīlānī y Bediüzzaman Said Nursi; un servicio de conocimiento más allá de los idiomas y las fronteras, preparado para los corazones en busca de la verdad.
– Él nos ve, ¿por qué nosotros no podemos verlo a él?
– ¿El castigo para el diablo y los malvados se reserva para el más allá?
– Miro al mundo y parece que siempre son ellos los que ganan; ¿nuestros corazones siempre están llenos de odio y dolor?
Nuestro estimado hermano/hermana,
1. Maldecir, aunque sea al diablo, no le corresponde a un musulmán.
Maldiciendo, tampoco estaréis cumpliendo con vuestra verdadera misión. Porque la razón por la que el diablo se apodera del hombre es para despertar al que está en la negligencia y llevarlo a refugiarse en la corte de Dios. Por lo tanto, en estas situaciones, si no buscamos refugio en Dios y solo maldecimos, quizás nos sintamos aliviados, pero también podemos hacer que el diablo se ría a carcajadas de nuestra actitud.
2. El diablo pertenece a la especie de los genios.
Así como los genios son seres invisibles para nosotros, tampoco podemos ver a los demonios. Dios no cambiaría un gran proyecto que abarca todo el universo por nuestro capricho. Además, si viéramos al demonio, en lugar de luchar contra él, nos volveríamos como poseídos por un genio.
La ocultación del diablo es una necesidad de la prueba. De lo contrario, todos los que vieran al diablo se convertirían al Islam. Alguien en la cima de la fidelidad como Abu Bakr al-Siddiq estaría al mismo nivel que Musaylima al-Kazzab, en el abismo de la mentira. Esto sería una injusticia. Por lo tanto, no es la invisibilidad del diablo lo que es injusto, sino su visibilidad.
El mundo es un lugar de prueba.
La existencia de demonios humanos y de los genios es una prueba de la existencia de la vida después de la muerte. Porque si no hubiera un lugar donde estos demonios malvados recibieran su castigo, sería una injusticia. Igualar al opresor y al oprimido, al justo y al injusto, al obediente a Dios y al desobediente, sería una injusticia que clama al cielo. Por lo tanto,
La existencia de un lugar de recompensa y castigo en el más allá es una necesidad de la misericordia, la sabiduría, la gloria y la justicia de Dios.
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Saludos y oraciones…
El Islam a través de preguntas.