Dedicado a ʿAbd al-Qādir al-Jīlānī y Bediüzzaman Said Nursi; un servicio de conocimiento más allá de los idiomas y las fronteras, preparado para los corazones en busca de la verdad.
– ¿Un creyente debe necesariamente seguir a un guía espiritual?
– Además, ¿podría establecer una conexión con el versículo 20 de la sura de Luqman sobre este tema?
Nuestro estimado hermano/hermana,
No existe ningún hadiz que diga eso. Esta frase es una expresión que se ha escuchado y repetido desde hace tiempo; no se basa en ningún fundamento ni verdad. Si se considera al “mürşit” como guía o mentor, el asunto se puede entender mejor. El verdadero guía y mentor de un musulmán es el Corán y el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Si un musulmán toma estos dos sagrados como guía y mentor, habrá encontrado el camino recto y trazado una senda correcta para sí mismo.
Porque en el universo existen representantes del bien y del mal; no hay una tercera vía. La guía de un ser humano es o bien el Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él), representante del bien y de los buenos, o bien Satanás y sus auxiliares, representantes del mal y de la maldad.
Sin embargo, los mujtahids, los santos y los ulemas islámicos, comenzando por los compañeros del Profeta, son guías y orientadores que muestran a la gente la verdad y el camino correcto. Ellos obtienen su conocimiento y sabiduría del Corán y del Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Y muchos de ellos han sido instrumentos para la conversión de cientos y miles de personas, sirviendo y ayudando a alcanzar la felicidad en este mundo y en el más allá.
Estos son algunos de esos guías y líderes espirituales. Si se estudian sus vidas y sus servicios, se podrá apreciar fácilmente su grandeza y su lugar en la historia del Islam.
Sí, un musulmán puede leer las palabras, los libros, las acciones y los comportamientos de estas personas, así como sus oraciones y prácticas de recuerdo de Dios, imitarlas y, de este modo, enriquecer e iluminar su vida islámica. De esta manera, estas personas se convierten en guías y mentores para el individuo.
Quienes no imitan ni reconocen a los sucesores de un profeta, en la medida de lo posible, solo pueden tener como guías al diablo y a los malvados. Porque un musulmán los ama por su adhesión al Corán y al Profeta, lee sus libros y se esfuerza por beneficiarse de ellos.
La frase mencionada anteriormente no sería incorrecta si se entendiera dentro de este contexto. De lo contrario, entenderla de otra manera…
(Mehmed Paksu, Fetvas para la Familia)
Saludos y oraciones…
El Islam a través de preguntas.