Nuestro estimado hermano/hermana,
“El que gobierna, el que hace justicia.”
“Que no haya injusticia en sus sentencias.”
Al mencionar este nombre sagrado, nuestra imaginación nos transporta al campo del Juicio Final. Esa terrible comparecencia, así como la espera allí durante un tiempo determinado, se producen por voluntad y decreto divinos.
Con la ejecución de este decreto, se reunirán todas las cosechas del campo mundial. Se sentirá con toda su fuerza la impotencia y la humillación de todos ante la soberanía divina.
A continuación, se instala la balanza y se muestra a todos con toda su magnificencia y grandeza.
Luego, por la voluntad de Dios, algunos irán directamente al paraíso. Otros serán enviados al infierno para arder según la medida de sus pecados. Y a otro grupo se les decretará permanecer en el infierno eternamente.
Por supuesto, la manifestación de este nombre no se limita al más allá. En este mundo, todas las criaturas son receptoras de la manifestación de este nombre. Tomemos al ser humano como ejemplo: así como el nacimiento del ser humano en este mundo es por decreto divino, también lo es su muerte. La ubicación, la forma, el tamaño y las funciones de sus órganos se han realizado por decreto divino.
Todas las demás criaturas también poseen las características que Dios les ha otorgado y cumplen sus funciones bajo Su mandato.
Saludos y oraciones…
El Islam a través de preguntas.