Nuestro estimado hermano/hermana,
Qué bien lo has dicho.
No trabajamos para esto, no nos esforzamos, Dios nos lo dio gratuitamente.
Dios Todopoderoso, en el misterio del saber y ser conocido, nos creó para ver quién de nosotros le serviría mejor, quién le conocería mejor y cumpliría sus deseos. El Corán dice, en resumen:
Nuestro deber es aceptar con gratitud lo que nos ha sido dado como destino ineludible, sabiendo que esto constituye la medida de la prueba a la que estamos sometidos, y vivir una vida en la dirección que Dios desea con lo que tenemos, para así completar con éxito esta prueba de la vida y, si Dios quiere, alcanzar los jardines del paraíso en el mundo eterno, nuestro verdadero hogar.
¡No tenemos ni el lujo ni el derecho de decir eso! Dios nos libre, estaríamos sobrepasando con creces nuestros límites.
Imagínese; por ejemplo, que tenemos una fábrica de automóviles y fabricamos coches. Y que a esos coches les damos una personalidad y conciencia. Si uno de los coches que fabricamos actuara de forma contraria a su propósito de fabricación, ¿no lo destruiríamos inmediatamente?
Así pues, nuestro Creador nos ha creado como sus califas en la Tierra, otorgándonos, a diferencia de otras criaturas, una conciencia clara y un libre albedrío. Su voluntad es que seamos califas de la creación, que todo lo viviente e inanimado esté a nuestro servicio, y que, al mismo tiempo, observemos con admiración los nombres y atributos de Dios que se manifiestan en toda la creación, obedeciendo Sus mandatos con amor.
Obedezcamos para alcanzar la paz, tanto en esta breve vida terrenal como en la vida eterna que Él nos ha prometido; ¡qué más se puede pedir!
Bueno, se nos ha dicho que también tendremos que pasar por esto. Para algo que tiene como recompensa la paz eterna, esta prueba debería ser muy sencilla para quien tiene una fe firme.
Por otro lado, no olvidemos que antes de nacer, se nos preguntó si queríamos asumir esta responsabilidad, la responsabilidad de ser humanos:
Por otro lado, también se ha ordenado lo siguiente:
Es decir, hemos aceptado la condición humana, la responsabilidad, el egoísmo, el libre albedrío, la prueba y el cielo y el infierno que resultan de todo ello. Que ahora no lo recordemos en este mundo es como olvidar un sueño al despertar. Ese es el secreto de la prueba. Y Dios Todopoderoso nos lo explica claramente en Su Libro.
Para convencernos de que aceptamos el egoísmo, también podemos asumir lo siguiente:
Si nos dijeran ahora:
¿Quién acepta?
Siendo tan evidente la existencia y unidad de Dios, y que el Islam es la única religión verdadera ante Dios, nuestro deber es llenar nuestro examen con una fe firme y buenas obras que agraden a Dios, y refugiarnos en Él de las insinuaciones del demonio.
Saludos y oraciones…
El Islam a través de preguntas.
