Soy un nuevo agente de policía. Impedimos la actividad de vendedores ambulantes que alteran el orden público, contaminan el medio ambiente, obstruyen el paso, intentan vender alimentos insalubres, y que, a pesar de las ordenanzas y prohibiciones municipales, insisten en continuar con su actividad. A veces les confiscamos la mercancía y destrozamos sus carritos; a veces recibimos golpes, maldiciones, y a veces, agradecimiento. ¿Cometemos algún pecado nosotros, los agentes? (Si reclaman la mercancía en un mes, se les devuelve).
Nuestro estimado hermano/hermana,
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Saludos y oraciones…
El Islam a través de preguntas.